¡Cuídame!
Takatuka (2016)
En el terreno de la educación de los hijos
existen dos pilares fundamentales: el amor y las normas, y es a partir de
ellos que se formulan todas las tipologías posibles de padres (negligentes,
permisivos, democráticos y autoritarios). En ocasiones, incluso
reconociéndonos dentro del tipo más deseable de padres, somos incapaces de
establecer una adecuada separación entre protección y sobreprotección, sin
darnos cuenta que cuando sobreprotegemos, ya sea física o psíquicamente,
estamos enviando a nuestros hijos mensajes subliminales como “no
confío en ti”, “no puedes hacerlo”, “no eres capaz”. Todo ello a pesar de que nuestra
pretensión real no es otra que la de protegerlos, defenderlos, ampararlos y,
en definitiva, facilitarles el camino ahorrándoles malos momentos en un mundo
al que, desde nuestra perspectiva de adultos, vemos lleno de situaciones y personas
peligrosas.
El señor Tijereta descansa tranquilamente
tumbado en su hamaca cuando aparece el pequeño Javi con una curiosa
pregunta: “¿crees que soy lo bastante mayor para cuidar de mí
mismo?”. El señor Tijereta, que no tiene ni idea de niños, no sabe
qué decirle. Así que será el propio Javi, con mucha experiencia en eso de ser
cuidado, quien le irá indicando cómo debe hacerlo. El señor Tijereta le
propone a Javi varios juegos, pero el niño no quiere hacerlos porque, según
le dicen los adultos que le rodean, son juegos peligrosos para él. Así que el
señor Tijereta, que es un adulto un tanto peculiar, harto de tanta
prohibición, decide saltarse algunas de esas aburridas y miedosas normas de
los mayores para pasar con Javi una divertidísima e inolvidable tarde
jugando, hablando y haciendo travesuras juntos.
¡Cuídame! es una historia divertida e inesperada
donde el niño y el adulto intercambian roles y percepciones que darán mucho
que pensar, especialmente a aquellos padres a los que, a veces, les cuesta distinguir las situaciones de peligro real de aquellas otras que no lo son tanto y que el
niño necesita vivir para no verse privado del desarrollo de una adecuada
autoestima, seguridad y confianza en sí mismo.
Rocío Rodríguez Delgado.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario